La natación tiene beneficios para la salud física, pero, ¿sabías que a nivel mental nos ayuda más de lo que crees?
Existen múltiples razones por las que ir a la piscina: para sobrellevar el calor, hacer ejercicio o para pasarlo bien con nuestros amigos o familiares. Sin embargo, podríamos usar la piscina para una cosa más: para tener una mejor salud mental.
Liberación de endorfinas
Cuando nadamos y hacemos ejercicio, liberamos endorfinas. Estas sustancias son la droga natural del cerebro, ya que nos proporciona felicidad y bienestar. Es por ello que, las endorfinas ayudan a combatir la depresión.
La natación también estimula la función cerebral. Además, es importante recalcar que un estudio reciente ha demostrado que esta actividad refuerza la memoria.
Relax y desconexión
El agua ya de por si produce relajación, pero, además, el movimiento que se produce dentro de ésta nos hace entrar en estado meditativo. Sin embargo, los beneficios no terminan aquí, ya que la natación reduce la tensión emocional.
Por otra parte, la serotonina también es una de las protagonistas de estos beneficios. Esta hormona de la felicidad nos ayuda a combatir la ansiedad, el estrés y la depresión.
Por si fuera poco, nadar pone en funcionamiento ambos hemisferios cerebrales. Como consecuencia, aumenta la comunicación entre los dos lados del cerebro y supone una mejora para la cognición.
Como conclusión, la natación ayuda a establecer nuevas conexiones cerebrales. Además, ayuda a la liberación de sustancias que mejoran la cognición y la memoria y también ayuda a nuestro organismo a luchar contra el estrés.
Redacción.