La investigación, publicada en la revista Nature Communications, analiza 29 lagos de Escandinavia entre los meses de agosto y septiembre de 2019.
¿Pueden contribuir las bacterias a reducir la contaminación plástica en los lagos? Aunque resulte sorprendente… La respuesta es sí. Y es que, esto se debe a que algunos organismos de los lagos de Europa crecen más rápido y de forma más eficiente en restos de bolsas de plástico. De esta forma, ayudan a eliminar la contaminación plástica en esos ecosistemas.
¿Y cómo se han obtenido estas conclusiones? Pues a partir de un estudio realizado por siete investigadores de diferentes instituciones de Alemania y Reino Unido. La investigación ha sido publicada en la revista Nature Communications.
El trabajo se basa en 29 lagos de Escandinavia analizados entre los meses de agosto y septiembre de 2019. Estos lugares diferían en latitud, profundidad, área, temperatura superficial media y diversidad de moléculas disueltas a base de carbono.
Para la investigación, los científicos cortaron bolsas de plástico de cuatro cadenas comerciales de Reino Unido y las agitaron en el agua hasta que se liberaron sus compuestos de carbono. En cada lago llenaron botellas de vidrio con agua. Añadieron una pequeña cantidad de ‘agua plástica’ a la mitad de estos y agregaron el mismo porcentaje de agua destilada a los demás. Tras 72 horas en la oscuridad, midieron la actividad bacteriana en cada una de esas botellas.
Los científicos apuntan que enriquecer las aguas con especies particulares de bacterias podría ser una forma natural de eliminar la contaminación plástica del medio ambiente. Así, indican que la tasa de crecimiento bacteriano se duplicó con creces cuando la contaminación plástica elevó el nivel general de carbono en el agua del lago en solo un 4%.
Crecimiento veloz
Los resultados del estudio sugieren que la contaminación plástica en los lagos está ‘preparando’ a las bacterias para un crecimiento rápido, pues estas no solo están descomponiendo el plástico, sino que también son más capaces de desmontar otros compuestos de carbono natural en el lago.
Además, el proyecto apunta que las bacterias del lago prefieren los compuestos de carbono derivados del plástico a los naturales. Esto se debe a que los compuestos de carbono de los plásticos son más fáciles de descomponer para las bacterias. Asimismo, los utilizan como alimento.
Los científicos advierten de que esto no justifica la actual contaminación plástica, ya que algunos de estos compuestos pueden tener efectos tóxicos en el medio ambiente, sobre todo en altas concentraciones.
Las conclusiones de esta investigación contribuirán a priorizar los lagos donde el control de la contaminación es más urgente. Si un lago tiene mucha contaminación plástica, pero baja diversidad bacteriana y muchos compuestos orgánicos naturales diferentes, su ecosistema será más vulnerable a la contaminación plástica.
REDACCIÓN.