Estamos en uno de los veranos más calurosos que se recuerda y no debería ser excusa para dejar de comer chocolate. Es cierto que con las altas temperaturas este manjar se derrite y muchas personas tratan de conservarlo, pero de manera errónea.
La despensa en uno de los lugares ideales para guardar el chocolate. Este alimento necesita un lugar oscuro en el que las temperaturas oscilen entre los 15 y los 18 grados y en el que la humedad no debería ser inferior al 60%. Un error muy común es guardarlo en la nevera.
Una vez esté en la despensa, o sitio similar que mantenga las condiciones adecuadas, se puede meter en una bolsa hermética o tarro de cristal para que no le entre aire ni absorba malos olores. Otra opción es hacer el mismo ritual que con la fruta, envolverlo en papel de cocina, que absorbe la humedad y evita que se forme la capa blanca de la manteca.
La peor de las opciones, pero también válida, es congelarlo, aunque debes recordar que primero ha debido pasar por la nevera, para evitar el cambio drástico de temperatura.
Redacción (Agencias).