Hay muchas personas que, aunque vean una evidencia que pone en jaque una idea que tienen, no son capaces de reconocerlo o darle la veracidad que se merece.
Los estudios de psicología cognitiva y neurociencia han descubierto que suele ocurrir esto cuando se trata de política. Las personas se forman sus opiniones en base a emociones, como el miedo o la ira, en lugar de tomar en consideración los hechos.
La visión del mundo (en definitiva, las creencias y opiniones) comienza a formarse durante la infancia, debido a la socialización de los individuos en un contexto cultural determinado. Esta forma de ver la vida se ve reforzada con el tiempo por los grupos sociales en los que la persona interactúa, los medios de comunicación que consume e incluso por el funcionamiento del propio cerebro.
Para muchas personas, un cambio o desafío a su visión del mundo que le rodea (y que se ha construido) pueden tomárselo como un ataque a su identidad personal y puede hacer que, incluso, endurezcan su posición.
Redacción (Agencias).