La sandía ya era consumida hace más de 4.300 años en Egipto, pero las semillas más antiguas que se conocen de esta planta fueron encontradas en otro país del norte de África, Libia, y tienen 6.000 años de antigüedad.
Los científicos han descifrado cómo era la sandía consumida hace 6.000 años. Con un alto grado de probabilidad esta sandía era amarga y su pulpa era blanca. La pulpa tenía además un gran contenido de un compuesto que se llama cucurbitacina, que es lo que da el sabor amargo a algunas calabazas .Es un compuesto que si se consume en cantidades importantes puede llevar a la muerte.
Los científicos creen que la sandía que consumimos actualmente no desciende directamente de la especie analizada en el estudio, sino de otra población con la que la sandía de Libia intercambiaba genes hace ya 6.000 años.
Redacción (Agencias).