Besar a alguien es un gesto muy íntimo. Existen muchos tipos de besos también: el beso de lado, el beso inclinado, el beso directo, beso de presión, y una larga lista de etcétera...
Pero resolviendo la incógnita, la respuesta es sí, pero la reacción alérgica no ocurre por un «rechazo inmunológico» a la otra persona, sino porque ésta ha podido ingerir poco antes un medicamento o un alimento al que somos alérgicos.
Un estudio publicado hace unos años en la revista New England Journal of explica que la mayoría de crisis alérgicas en personas besadas por otras son a aquellas que acababan de comer alimentos alergénicos, en concreto, cacahuetes, nueces y otros frutos secos.
Los receptores de los ósculos presentaron hinchazón, urticaria, angioedema e, inclusive, estornudos.
Además, entre los beneficios de los besos se encuentran los siguientes: reduce la presión arterial, reduce el dolor, reduce el estrés y mejora el sistema inmune.
Así que salvo que tu pareja sea alérgica o lo seas tú a algún alimento o medicamento, no tienes excusa para no besaros.
REDACCIÓN