La adopción de una dieta carnívora y la necesidad de cazar presas en los árboles puede ser una de las razones más importantes que explica la evolución de los primates. El estudio ha sido publicado este miércoles por la revista Science Advances.
Los investigadores del trabajo han explorado entre los datos genéticos y de comportamiento para analizar varias teorías sobre cómo los cambios en la dieta pudieron haber contribuido a la evolución de los primates.
Tres características fueron las que fomentaron el desarrollo de los primates modernos y que pueden estar relacionados con la transición a una dieta carnívora, según han publicado el equipo de investigares.
Por medio de un análisis genético de 32 especies de primates y cuatro especies de mamíferos, los investigadores concluyeron que la selección positiva reforzada de los genes relacionados con la utilización de las grasas sugiere que los primates cambiaron de una dieta omnívora a una carnívora.
La segunda característica que han señalado los científicos es que los ojos de los primates ancestrales fueron acercándose en la evolución y esto se conoce como la alta convergencia orbital típica de los animales carnívoros. La mirada frontal es usada para rastrear y así poder tender una emboscada a sus presas.
Por último, los científicos encontraron que los primates pudieron haber desarrollaron garras más pequeñas en su evolución para poder acechar de manera sigilosa a sus presas.
Para llegar a estos resultados, los investigadores han llevado una serie de experimentos en los que han grabado el sonido de ardillas escalando árboles, primero con unas garras largas y luego con las recortadas y se dieron cuenta de que las «ardillas sin garras trepaban de manera mucho más silenciosa».
«Nuestro estudio sugiere que las características distintivas de los primates ancestrales pudieron haberse desarrollado en la evolución para adaptarse de manera especializada a la depredación en ambientes arbóreos», escribieron los investigadores.
El cambio de dieta y la adaptación a un nuevo tipo de caza que presentaba unas características y retos nuevos pudo haber sido un factor de presión ecológica “crítico” para explicar el origen de los ancestros primates.
Redacción (Agencias)