La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 1994 el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono y se celebra este viernes 16 de septiembre. El objetivo de esta celebración es recordar la importancia de proteger y salvar la capa de ozono ya que está siendo destruida por el calentamiento global.
La capa de ozono forma parte de nuestra atmósfera y es la encargada de impedir que los rayos solares y ultravioletas lleguen a los seres vivos. Su nombre deriva de la gran cantidad de ozono que contiene ya que reúne el 90% de la cantidad presente en la atmósfera.
Los gases producidos en procesos industriales y en actividades humanas suponen un riesgo para la preservación de esta capa que nos protege. Es por ello por lo que el Protocolo de Montreal impuso la eliminación de sustancias que afectaban de manera directa al ozono atmosférico.
El acuerdo por preservar la capa de ozono es uno de los más efectivos de la historia a nivel medioambiental. Las últimas mediciones realizadas con satélites indican que el agujero en la capa de ozono se está reduciendo, a la vez que los niveles gases nocivos como los clorofluorocarburos (CFC) han disminuido.
El futuro es esperanzador ya que los modelos predictivos predicen una reconstrucción de la capa de ozono para el año 2050. No obstante, el agujero persistirá 30 años después hasta su desaparición por completo. La emisión de gases debe de seguir disminuyendo con el fin de preservar exitosamente esta capa protectora y tan importante para los seres vivos.
Redacción (Agencias)