El clima árido avanza en España, desde mediados del siglo XX, a un ritmo de unos 1.500 km² al año, el equivalente en cinco años a la extensión de la provincia de Málaga, en detrimento de los climas templados, según un estudio elaborado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) sobre tierras áridas.
Durante la rueda de prensa para presentar la predicción estacional del otoño y el análisis climático del verano, Rubén del Campo, portavoz de Aemet, ha explicado que el «incremento de las temperaturas y la ligera disminución de las lluvias» en España durante los últimos años se ha traducido en una extensión de los climas áridos en nuestro país.
Se estima que, desde mediados del siglo XX, este tipo de climas han duplicado su extensión en España, avanzando a un ritmo de más de 1.500 km² al año con mayor intensidad en el sur de la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, provincia de Badajoz, este de Andalucía, suroeste de Castilla y León y entorno de la depresión del Ebro.
Para Del Campo, se constata que las emisiones de gases de efecto invernadero están provocando un aumento de las temperaturas global y en España ese calentamiento es de alrededor de 1,4 grados desde los años 50 del siglo XX, mientras que las precipitaciones han disminuido alrededor de un 12 % en el mismo período.
Por último, el portavoz ha observado que los climas áridos también están relacionados con una menor disponibilidad de agua para las plantas como consecuencia de una mayor evaporación por las altas temperaturas y menor aporte de unas precipitaciones más escasas.
Redacción (Agencias)