El objetivo de la ganadería y la agricultura regenerativas es producir en equilibrio con la naturaleza. De este modo, los expertos buscan mejorar el ecosistema prestando atención al suelo y generar alimentos al mismo tiempo.
Carmela Martín, médico de Atención Primaria ha adquirido junto a Ignacio Canales, escultor y paisajista, han adquirido una finca en Segovia con el objetivo de comenzar una explotación ganadera de calidad y respetuosa con el medio ambiente. El proyecto ha sido posible gracias a Life Terra, una fundación europea con la que han plantado un total de 12.000 árboles y arbustos.
«Cuando me quedé embarazada de nuestro primer hijo empezamos a buscar alimentos con mayor valor nutricional, más saludables. Fue ahí cuando vimos que todo estaba muy relacionado con la forma de producir«, ha dicho Carmela Martín en una visita a su finca.
UNA MEJOR MANERA DE CULTIVAR
La forma de producir no sólo afecta al valor nutricional de los alimentos, sino que está muy relacionada con la huella de carbono y el bienestar animal. Ya sólo como consumidores, dado que comemos tres veces al día, «podemos influir directamente sobre el cambio climático».
«Una vez que descubres eso, es muy difícil mirar para otro lado», ha afirmado Carmela, que en su consulta anima a sus pacientes a que se alimenten mejor y no abusen de productos ultraprocesados. También consideran crear una carne de calidad que luego pueda ser adquirida en el mercado local y, de esta manera, los consumidores se acostumbren a buscar productos mejores para la salud.
PROTECCIÓN Y ALIMENTO PARA LA FAUNA
El proyecto cuenta con más de 5 kilómetros de setos «vivos» que, además de dar alimento y refugio al ganado, han sido diseñados dejando grandes espacios entre ellos para no alterar el hábitat de las aves esteparias que anidan en el lugar y de las rapaces que cazan en las praderas.
«Estamos en zona ZEPA, de especial protección de aves, y zona ZEC, de especial conservación. Aquí habita el sisón común, que es un ave esteparia, y cazan muchas rapaces que están protegidas, como el cernícalo plumilla o el águila real. Por eso es muy importante respetar espacios grandes», ha subrayado.
Con el objetivo de proteger la plantación de las vacas, han optado por usar pastor eléctrico, una herramienta que también utilizarán para practicar «pastoreo rotacional». Al ir moviendo al ganado de parcela en parcela, este tipo de pastoreo, a diferencia del «continuo», permite al suelo «descansar y recuperarse» y evita que el animal esté sobre sus propios excrementos.
«La singularidad de nuestro proyecto es aunar la reforestación de especies autóctonas con la ganadería para mejorar la calidad de vida de las vacas, su alimentación, que tengan refugio en invierno (…) pero también del ecosistema en general, porque un ecosistema más equilibrado nos ayudará a producir con una menor intervención y a la larga será más fácil».
Redacción (Agencias)