Debut explosivo el de The Who con un poderoso apartado instrumental, sobre todo las guitarras y la batería que daban un golpe sobre la mesa en lo que a música rock se refiere. Acordes y distorsiones de guitarra poco habituales de Pete Townshend en temas como My Generation y Out in the Street y Keith Moon brilla en la batería con una delicadeza que esbozaba el talento que estaba por desarrollar. Las armonías y progresiones de temas como The Kids Are Alright, It’s Not True, La-La-La Lies o Much Too Much son una poderosa carta de presentación.
A Legal Matter insinuaba preocupaciones líricas más ambiciosas, y The Ox fue un caos instrumental cuanto menos interesante para escuchar. Si bien la ejecución fue a veces tosca y la composición de las canciones no tan sofisticada como la que alcanzarían tiempo después, The Who nunca superó el nivel de energía pura que logró con este disco.
Redacción
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