Realmente poca gente piensa en el aburrimiento como una opción válida.
Según revelan los neurocientíficos, el aburrimiento tiene mala fama. Sin embargo, esto puede aumentar la creatividad y la productividad en el ámbito laboral.
Algo de lo que no somos conscientes es que nuestro cerebro está siempre activo. Aunque estemos dormidos, él sigue trabajando haciendo limpieza de todo lo que ha sucedido en un día normal y corriente.
Es por ello que los neurocientíficos confirman que el cerebro tiene sus límites y hay que darle un espacio. Aburrirse es algo bueno para nuestra actividad cerebral. Hay que dejar a un lado el ritmo cotidiano y dedicarnos un rato a nosotros mismos, a la relajación y a la conciencia de vivir en el ahora.
La neurocientífica Alicia Walf, investigadora del Departamento de Ciencias Cognitivas del Instituto Politécnico Rensselaer de Estados Unidos, sostiene que es imprescindible aburrirse de vez en cuando. Esto mejora las conexiones sociales.
Mejora la atención
Tener inactividad cerebral también es importante para que nuestro cerebro vuelva con las pilas recargadas. Eso sí, no podemos estar pendientes de las pantallas ni de las redes sociales.
Además, es muy bueno para la salud mental, ya que necesitamos también un descanso de los constantes estímulos y distracciones que nos rodean.