Las embarcaciones eléctrico-solares neutras en emisiones están en auge y son una buena opción para luchar contra el calentamiento global en el sector náutico. Además, esta tecnología apenas hace ruido y las empresas cada vez apuestan más por opciones renovables, respetuosas con el entorno y la biodiversidad.
Es una forma de «abandonar el uso de combustibles fósiles y contribuir en la lucha contra el cambio climático», además el ruido que genera en el fondo marino es «prácticamente inexistente» y se evitan «derrames de aceite o gasoil», ha destacado el responsable del programa marino de la ONG ecologista WWF, José Luis García Varas.
La tecnología solar para embarcaciones, innovadora y respetuosa como el medio ambiente, ha favorecido que en los últimos años hayan ido apareciendo otras empresas dedicadas al desarrollo de este tipo de embarcaciones.
«Consideramos que es muy razonable ir más despacio, disfrutando del trayecto sin ruido, sin humos, ni olores», pero manteniendo la filosofía de «ser más cuidadosos con el entorno y con la sostenibilidad del planeta», explica el consejero delegado de Lasai, Gari Tellería, en una entrevista con EFE.
En comparación con barcos tradicionales, según estimaciones, consiguen reducir «prácticamente una tonelada de dióxido de carbono (CO2) al año» y eliminar «emisiones de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno (NOx) y de partículas metálicas», que también suelen proceder de la náutica.
Además, añade Tellería, incorporan «materiales orgánicos y reciclados», con configuraciones «muy poco agresivas» con el entorno y la biodiversidad marina, lo que les permitirá cumplir con la aspiración de convertirse en pocos años en líderes europeos de la comercialización de barcos eléctrico-solares.
Su flota solar destaca por sus «8 horas de servicio, el silencio» a bordo, una velocidad de 5 a 6 nudos, una capacidad de hasta 120 pasajeros y la fabricación de ellos a partir de «aluminio reciclable».
Redacción (Agencias)