La Comisión Europea ha anunciado esta semana restricciones en el uso de dos insecticidas de tipo neonicotinoide, empleados en cultivos agrícolas, mediante una reducción de sus límites máximos de residuo por debajo del nivel detectable por la tecnología, a fin de proteger a polinizadores como las abejas.
Los límites máximos de residuo (LMR) son la concentración tope legal en la que un pesticida puede estar presente en un alimento para humanos y en un pienso para animales.
Con la nueva regulación anunciada, Bruselas pretende rebajar estos límites por debajo de los niveles detectables por la tecnología para los insecticidas clotianidina y tiametoxam, dos químicos que, según el Ejecutivo comunitario, suponen un alto riesgo para las abejas y contribuyen a la pérdida de polinizadores en el mundo.
El uso de la clotianidina y el tiametoxam en plantaciones exteriores al aire libre ya estaba prohibido en la Unión Europea (UE) desde 2018, de modo que las nuevas restricciones solo afectarán a los cultivos interiores en invernaderos.
Redacción.