La cantante Rihanna, la estrella invitada este año para el espectáculo del descanso de la Super Bowl, ha asegurado que la maternidad le ha dado fuerzas para aceptar participar en un escenario tan intimidante. Ser madre le ha demostrado que es capar de enfrentarse a este nuevo reto, pese a llevar seis años sin actuar.
Rihanna también ha asegurado que es importante para ella mostrar en uno de los escenarios más importantes del mundo que una mujer negra de un país como Barbados podía llegar tan lejos. «Represento a inmigrantes de mi país, a mujeres negras de todo el mundo, es importante que la gente vea que hay posibilidades y es un honor para mí ser parte del espectáculo este año».
En 2018 Rihanna rechazó el ofrecimiento de formar parte del espectáculo que hoy encabeza en apoyo a la comunidad afroamericana en solidaridad al jugador Colin Kaepernick de los 49ers de San Francisco. El jugador fue vetado de su equipo en 2016 tras hacer una protesta por la injusticia racial y la brutalidad policial y, en respuesta, varios artistas se negaron a participar en las actuaciones del descanso en los años posteriores.
Esta vez Rihanna ha aceptado y, según explica, está muy concentrada en los ensayos para este espectáculo, además de reconocer que es muy estricta con los detalles. «Soy muy mandona y puede ser irritante para los que están a mi alrededor», confiesa la cantante, pero lo justifica porque, si el espectáculo triunfa o fracasa, es su nombre el que lo encabeza.
Redacción (Agencias).