Una decena de voluntarios de un centro de migrantes han plantado pinos y robles en la Sierra de Estrela, en el norte de Portugal con el fin de reparar las heridas de los incendios masivos que arrasaron en el país.
La psicóloga clínica Sandra Tavares ha explicado el marco del proyecto europeo Life Terra en donde también se contribuye a la integración de personas migrantes en la comunidad.
Este sistema montañoso, cerca del pueblo de Manteigas, ha sido uno de los más afectados por los fuegos forestales en el año 2017. El desastre dejó un total de 64 víctimas mortales, más de 250 heridas y a tantas otras con cuadros de ansiedad debido al estrés de la situación, aduce Tavares, especializada en estrés postraumático.
LAS OLAS DE CALOR DE 2022
La Serra da Estrela se volvió a calcinar en la larga ola de calor que, como en España, sufrieron los habitantes de Portugal en el pasado mes de julio.
“Este último incendio tuvo una consecuencia muy grave en la vida de la gente, ya sea en términos empresariales o en términos sociales”, lamenta el secretario ejecutivo de la mancomunidad de municipios de Serra da Estrela, António Miraldes.
CONECTAR Y REPARAR
La idea de que los migrantes participaran en la plantación era restaurar el ecosistema y, al mismo tiempo, favorecer “una mejor integración de los refugiados de la guerra de Ucrania y de alguna comunidad inmigrante que también tenemos en nuestro territorio”, precisa Miraldes, y mostrar a estas personas “lo que nuestro territorio puede ofrecer en esta armonía”.
Para Sandra Tavares, acciones como la reforestación son muy positivas para personas que han sufrido episodios traumáticos, porque “esta conexión con la naturaleza es una conexión con la vida”, aduce.
Redacción (Agencias)