Completan el mapa cerebral de un insecto

Un equipo de científicos ha hecho un gran avance en la neurociencia completando el primer mapa cerebral de un insecto.

Los cerebros son redes neuronales que están conectadas las unas con las otras y los cerebros de todas las especies tienen que realizar comportamientos complejos como navegar en el entorno, elegir los alimentos y escapar de los posibles depredadores.

Un logro histórico

Este logro por parte de los científicos ha sido como abrir una puerta a futuras investigaciones sobre el cerebro y, de este modo, inspirará nuevas arquitecturas de aprendizaje automático. Se trata de un “logro histórico” para la neurociencia.

La investigación ha tenido una duración de 12 años y el quipo pertenece a la Universidad Johns Hopkins en los Estados Unidos y de Cambridge en Reino Unido.


«Si queremos entender quiénes somos y cómo pensamos, parte de ello consiste en comprender el mecanismo del pensamiento«, afirma Joshua T. Vogelstein, de la Johns Hopkins, para quien la clave está en saber cómo se conectan las neuronas entre sí.

El quipo estuvo trabajando durante más de una década ya que la obtención de imágenes era de aproximadamente un día por neurona. Los investigadores escanearon miles de cortes del cerebro de la larva utilizando un microscopio electrónico de alta resolución y reconstruyeron las imágenes resultantes en un mapa, anotando minuciosamente las conexiones entre neuronas.

Clasificaron cada neurona por la función que desempeña y descubrieron, por ejemplo, que los circuitos más activos del cerebro eran los que iban y venían de las neuronas del centro de aprendizaje.

El trabajo mostró características de circuitos que recordaban «sorprendentemente» a arquitecturas de aprendizaje automático, por eso el equipo espera que el estudio continuado pueda inspirar nuevos sistemas de inteligencia artificial.

«Lo que hemos aprendido sobre el código de la mosca del vinagre tendrá implicaciones para el código humano», afirma Vogelstein. «Eso es lo que queremos entender: cómo escribir un programa que conduzca a una red cerebral humana».


Se calcula que el cerebro de un ratón es un millón de veces mayor que el de una cría de mosca del vinagre, lo que significa que la posibilidad de cartografiarlo no es probable en un futuro próximo.

Aun así, los científicos esperan enfrentarse a él -dicen- posiblemente en la próxima década. 

Redacción (Agencias)