Las relaciones positivas y sólidas entre padres y adolescentes mejoran a largo plaza la salud mental, sexual y física de los jóvenes. Una nueva investigación basada en miles de personas lo ha confirmado, aunque algunos estudios previos lo habían anticipado.
Además, las buenas relaciones entre padres e hijos han demostrado reducir el riesgo de consumir sustancias de manera abusiva y también reduce las posibilidades de sufrir problemas cardiovasculares.
Esta es la principal conclusión de un macroestudio realizado por investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia (Estados Unidos) y publicado este martes en JAMA Network Open. Se trata de un estudio diverso con más de 15.000 adultos que se habían incrito en el Estudio Longitudinal Nacional de la Salud de Adolescentes a Adultos a mediados de la década de 1990, cuando tenían entre 12 y 17 años.
«El objetivo era comprender mejor cómo las diferentes características de las relaciones madre-adolescente y padre-adolescente pueden estar relacionadas con una amplia gama de resultados favorables en la edad adulta», explica Carol A. Ford, autora principal del estudio, catedrática de Medicina del Adolescente en el Hospital Infantil de Filadelfia.
Cuando los participantes tenían entre 24 y 32 años, informaron sobre los niveles actuales de estrés, depresión, optimismo, dependencia de la nicotina y abuso de sustancias, y otras medidas de salud general.
En el estudio se controlaron también la edad, raza, etnia, estructura familiar y otros factores, y se separaron los datos en función de las relaciones con las figuras materna y paterna que vivían en el hogar.
Los que declararon niveles más altos de cariño con la madre y el padre, de comunicación, de tiempo en común, de expectativas académicas, y satisfacción con la relación o la comunicación y disciplina inductiva revelaron niveles significativamente más altos de salud general en la edad adulta joven.
También presentaron niveles significativamente más altos de optimismo y calidad en las relaciones de pareja, y niveles más bajos de estrés y síntomas depresivos cuando eran adultos jóvenes.
Redacción (Agencias)