Francia plantará 1.000 millones de árboles de aquí a 2030 adaptados al clima futuro teniendo en cuenta en particular el aumento de las temperaturas y los nuevos regímenes de precipitaciones con sequías más frecuentes y mayor riesgo de fenómenos extremos.
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha presentado los grandes ejes de su Estrategia Nacional de la Biodiversidad, que prevé hacer de la conservación de la naturaleza «un reto colectivo», explicó su departamento en un comunicado.
Uno de los desafíos de los ayuntamientos es la «renaturalización» de los centros de las ciudades, y con las empresas es el etiquetado medioambiental de la ropa y de los productos alimentarios desde 2024. También, uno de los ejes de la estrategia francesa es rebajar la presión sobre la biodiversidad, por ejemplo, con el plan que se presentará en unas semanas para disminuir el uso de pesticidas, pero también la aplicación práctica del principio de la llamada Cero Artificialización Neta.
Redacción (Agencias).