«No basta con sostener el sistema: tenemos que aspirar a regenerar los recursos naturales«, ha advertido a EFE la presidenta de la Asociación de Agricultura Regenerativa (AAR), Ana Digón, al explicar que una gestión correcta de la cadena trófica comienza por el suelo y su fertilidad, «la base de toda la vida en el planeta».
Conocer e impulsar «las todavía muy desconocidas pero asombrosas interacciones simbióticas que existen entre suelo, plantas y animales herbívoros» es -a su juicio- «la única forma» de alcanzar la sostenibilidad, lo que ha recordado este viernes, que como cada 7 de julio conmemora el Día de la Conservación del Suelo.
Esta fecha fue instituida en 1963 en homenaje al científico norteamericano Hugh Hammond Bennet, considerado uno de los pioneros de la conservación del suelo, ya que estudió los efectos de la calidad de la tierra sobre su capacidad de producción, de la que depende la biosfera, y con la idea de concienciar sobre la importancia de disponer de un terreno saludable y sostenible para el medioambiente.
Desde hace diez años, la AAR promueve formaciones que apoyan a la regeneración del suelo y previenen casos de lavado verde, aunque Digón cree que los consumidores también pueden ayudar «conociendo el origen de nuestros productos, comiendo de temporada y todo lo cercano posible».
De todas formas, cada vez son más los agricultores que están aplicando técnicas más respetuosas con el medioambiente, según explica a EFE Roberto Ruiz de Arcaute Rivero, investigador del (Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER) y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica y Agroecología, que señala que “un suelo vivo es garantía de más producción, de menos enfermedades y menos plagas”.
Redacción.