El nuevo ciclo escolar ya ha dado el pistoletazo de salida y, tras las vacaciones estivales, la el retorno a la rutina resulta todo un reto para los padres y madres de familia que buscan que sus hijos e hijas empiecen las clases con mucha energía y salud.
Desde aquí os dejamos toda una batería de consejos para cuidar la salud de los más pequeños y también para manejar de la mejor manera posible su vuelta a la normalidad y su propio síndrome post-vacacional.
Seguir una dieta equilibrada: una alimentación saludable y variada es vital para reforzar el sistema inmune de pequeños y adolescentes. De acuerdo con su edad y proceso de crecimiento, ofrécele todos los nutrientes necesarios que garanticen su equilibrio interno; por ejemplo, alimentos con Vitamina A, que reduce el impacto de infecciones; Vitamina C, que regula la respuesta inmunitaria o Vitamina D, el cual favorece la salud de los huesos.
Asegurar una adecuada rutina de sueño: dormir lo suficiente es esencial para mantener una buena salud física y mental, especialmente para los más pequeños, ya que la falta de este puede provocar irritabilidad, debilidad o dificultad para concentrarse. Necesitan entre 10 a 12 horas de sueño diario ininterrumpido; además, debemos evitar que presenten cuadros de estrés, ya que esa situación puede también debilitar las defensas de su cuerpo.
No pierdas los papeles: Aunque decirlo es fácil, podemos seguir las pautas que nos ofrece Angélica Joya en Educar sin desesperar: un libro repleto de consejos para gestionar los retos de crianza en nuestro día a día, sin caer en gritos ni amenazas, sino promoviendo la calma, el respeto mutuo y la conexión emocional. Angélica Joya –una de las mayores expertas en psicología infantil de este país— y un sinfín de ejercicios y herramientas fáciles de interiorizar, aprenderás a prevenir, entender y gestionar las conductas que te irritan o preocupan en el día a día para que logres educar desde la calma y el respeto mutuo sin perderte en el intento.
Evitar cambios bruscos de temperatura: en la escuela es muy frecuente que contraigan posibles resfriados y, si bien no lo podemos evitar, sí podemos minimizar las probabilidades. Procura vestirlos con prendas delgadas de algodón y abrigarlo de forma gradual, conforme cambie el clima; asegura además una adecuada ventilación de la casa, ya que el aire renovado evita la concentración de virus en el ambiente. Estos cambios de temperatura afectan también a los labios de los más pequeños ya que una de las grandes características de los labios es la ausencia de glándulas sebáceas, a diferencia de otras partes de la piel. Esto los hace más vulnerables a resecarse y, en consecuencia, agrietarse. Por eso, y teniendo en cuenta que los labios es una zona del rostro especialmente sensible a los cambios de temperatura propios del otoño, no puede faltar un bálsamo pediátrico, como el de Dermo-Suavina– que esté específicamente diseñado para para el cuidado de los labios de los peques de la casa.
Prevención frente a la temida «alerta por piojos»: Si bien la infestación por piojos puede tener lugar durante todo el año, es en este momento cuando suelen aparecer más brotes. Los dos principales problemas de estos incómodos huéspedes, que se alimentan de sangre del cuero cabelludo, es que se contagian con mucha facilidad y que se reproducen muy rápido. Aunque los tratamientos con pediculicidas, o tratamientos para eliminar los piojos, no se recomiendan hasta la aparición de los mismos, bien es cierto que la utilización de algunos activos naturales con estas propiedades puede ayudar a evitarlos. Tal es el caso del aceite de árbol de té, un producto natural que ayuda a repeler los piojos, previniendo, además, que éstos puedan alimentarse a partir de la piel que ha sido previamente tratada con el aceite. De esta forma, Saluvital propone el champú perfecto para evitar y combatir esta afección, tan común tanto en niños como en adultos que, además, mantendrán el cabello sano y cuidado.