Se trata de una recuperación tan lenta que puede tardar décadas, por lo que es necesario reforzar el cumplimiento de una serie de medidas.
Así lo ha asegurado el portavoz de Energía de Greenpeace, José Luis García Ortega, quien sostiene en el marco de la celebración este sábado del Día Internacional para la preservación de la capa de ozono, que a pesar de la firma del Acuerdo de Montreal hace 36 años, el problema de su destrucción “no está resuelto”, porque se adoptaron las “decisiones más importantes” que fue la “prohibición de las sustancias artificiales que destruyen el ozono”. No obstante, “el tiempo de recuperación de la capa de ozono es muy largo y aún faltan décadas”.
Este año el lema de la celebración es “El tratado de Montreal: recuperando la capa de ozono y reduciendo el cambio climático”, no obstante, según García Ortega, “no se ha dejado de utilizar” algunas sustancias que contribuyen tanto directa como indirectamente a dañar el ozono a pesar de que se prohibió su fabricación”.
Gases destructivos de la capa de ozono
En 1985, unos geofísicos británicos, Joe Farmas, Brian Gardiner y John Shanklin publicaron un estudio que demostraba lo rápido que se reducía la capa de ozono en la Antartida.
Los científicos apuntaron a los gases clorofluorocarburos (CFCs) utilizados como refrigerantes en fungicidas, aerosoles o cosméticos como causantes de la destrucción de la capa de ozono en zonas australes, compuestos que fueron sustituidos por los hidrofluorocarbonos (HFC), tras la firma del Acuerdo de Montreal.
El portavoz de Energía de Greenpeace ha trasladado que este tipo de gases está en proceso de ser prohibidos, pero es una medida que, dice, «todavía no se ha implementado». En este sentido, se sigue destruyendo la capa de ozono.
Compuestos sustituibles
García Ortega ha asegurado que todos los compuestos son sustituibles, algo que ya se ha demostrado desde la firma del Acuerdo de Montreal, fecha desde la que «las alternativas se han ido desarrollando». Sin embargo, ha destacado que el principal problema es que se ha tardado demasiado tiempo en actuar.
Según ha señalado, la recuperación de la capa de ozono se podría lograr para 2066 o de aquí a cincuenta años aproximadamente.
Formación temprana de un agujero en la capa de ozono
Este año se ha formado un agujero en la capa de ozono en la Antártida. Se trata de un fenómeno que se atribuye a la erupción del Hunga-Tonga, con alteraciones en la composición de la atmósfera superior”, debido al aumento del vapor de agua aportado a la atmósfera entre diciembre de 2021 y enero de 2022.
Según el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMPS), este año se ha desarrollado demasiado pronto ese agujero en el ozono. Es importante recordar que el mes de julio se han registrado los niveles más bajos de ozono en las últimas cuatro décadas en el hemisferio sur.
Redacción.
