Un 19 de septiembre de 1988 se lanzaba al mundo el segundo disco de la artista Enya. Este disco es el artífice del éxito internacional de la irlandesa más universal. Mucho de ese éxito se lo debe al single Orinoco Flow, auténtico himno del new age y canción estandarte la propia carrera de Enya.
El disco abundaba en la imagen proyectada en el primer trabajo (The Celts, 1987): ritmos folclóricos, atmósferas etéreas y letras de inspiración clásica en latín, inglés o gaélico. En estos 35 años el disco ha vivido dos reediciones una en 1989 (tras el exitazo del lanzamiento un año antes) y otra en 2009 con motivo del vigésimo aniversario de su publicación.
Lo que sucedió después de ese disco está ya en los libros de historia de la música: más de 70 millones de discos vendidos y un castillo en el que vive apartada del foco público desde hace más de una década.
para conmemorar este particular aniversario, Enya ha publicado un vídeo en Youtube para escuchar íntegro el álbum acompañado de sus clips oficiales e imágenes evocadoras. Es lo que ha llamado Watermark 35th anniversary watch party y lo tienes aquí:
¿Qué fue de Enya?
La estrella ha llevado una vida artística a la altura de la complejidad de su música. Siempre rodeada de misterio no hizo nunca una gira para presentar sus temas en directo. Se aludía a la complejidad de conseguir ese sonido tan característico suyo en una presentación en vivo. Lo único que hay de ella «en directo» en la red es esta interpretación del tema «May it Be» en los Oscars de 2002:
El lanzamiento de sus discos de estudio vino, casi siempre, acompañado de posteriores ausencias de años. Su última «aparición» discográfica data de 2015 (Dark Sky Island) precedida a su vez de 7 años de retiro.
Desde ese momento no ha habido más manifestación artística de Enya que, fiel a su biografía de leyenda, vive semi-recluida en un castillo irlandés.
Redacción.
