La ciencia de los llamados xenotrasplantes (de un animal a otro) ha dado un paso de gigante al lograr que un trasplante de cerdo modificado genéticamente sobreviva más de dos años implantado en un primate no humano, abriendo prometedoras vías de solución a la escasez mundial de órganos para las personas enfermas.
Gracias a la edición genética en los cerdos para «humanizarlos» y a técnicas de inmunosupresion, los investigadores han logrado extender de 24 a 758 días la supervivencia de un trasplante de cerdo en un tipo de macaco cynomolgus con varios rasgos muy similares a los humanos, según se recoge un estudio que publica hoy la revista Nature.
Los órganos de los cerdos son similares en forma y funciones a los humanos, aunque hay dos obstáculos a superar para lograr su implantación en humanos: el rechazo y el riesgo de zoonosis (trasmisión de virus de animales a humanos).
La insuficiencia renal es una enfermedad potencialmente mortal para la que el trasplante se considera el tratamiento de referencia, si bien la demanda de órganos supera con creces los que hay disponibles.
Los xenotrasplantes son procedimientos médicos tan esperanzadores como complejos. En el caso de los órganos modificados de cerdos, la ciencia está dando grandes pasos en tiempos recientes para trasplantes de corazón, hígado y riñón.