Un total de 71 de las 162 plataformas de hielo que rodean la Antártida -es decir, un 44% del total– han reducido su volumen en 25 años y liberado 7,5 billones de toneladas netas de agua dulce de deshielo a los océanos.
Esa es la conclusión principal de un estudio dirigido por Benjamin Davison, de la Universidad de Leeds (Reino Unido), y publicado este jueves en la revista ‘Science Advances’. El trabajo incluye datos de 1997 a 2021.
Las plataformas de hielo flotan en los mares que rodean la Antártida y son extensiones de la capa de hielo que cubre gran parte del continente. Actúan como ‘tapones’ gigantes al final de los glaciares y ralentizan el flujo de hielo que desemboca en los océanos.
Cuando las plataformas de hielo se adelgazan o reducen de tamaño, estos ‘tapones’ se debilitan y aumenta la tasa de pérdida de hielo de los glaciares.
Los investigadores analizaron más de 100.000 imágenes de radar de satélite para analizar el ‘estado de salud’ de las plataformas de hielo en la Antártida.
Casi todas las plataformas de hielo del lado occidental de la Antártida experimentaron pérdida de hielo en el periodo analizado. Por el contrario, la mayoría de las barreras de hielo orientales se mantuvieron o aumentaron de volumen.
Si estas desaparecen o incluso disminuyen, se producirán importantes efectos en cadena para el sistema de hielo de la Antártida y la circulación oceánica mundial, que es una gigantesca ‘cinta transportadora’ que desplaza nutrientes, calor y carbono de ese sensible ecosistema polar.
Redacción (Agencias)