Las algas han cosechado ya fama de «superalimento» por sus beneficios para la salud, por su sostenibilidad y por sus posibilidades de satisfacer muchas necesidades futuras, pero los investigadores han demostrado que estas plantas marinas, y otras procedentes de agua dulce, ya se consumían hace miles de años.
Científicos de varias universidades (entre ellas las de Glasgow, Nueva York y Autónoma de Barcelona) publican hoy en Nature Comunications las conclusiones de un trabajo que les ha permitido encontrar pruebas arqueológicas «definitivas» de que esas plantas se consumían hace miles de años y que se han vuelto marginales en la dieta (europea) recientemente.
Las pruebas arqueológicas han revelado que los europeos ya consumían estas plantas en el mesolítico -hace unos 8.000 años-, durante la transición neolítica a la agricultura y en la alta Edad Media, y han dado así un paso más sobre el uso de estos productos, ya que hasta ahora se consideraba que se usaban como combustibles, como envoltorios de otros alimentos o como fertilizantes.
En el siglo XVIII, las algas ya se consideraban alimento contra el hambre, y aunque las algas y las plantas acuáticas de agua dulce siguen teniendo importancia económica en algunas partes de Asia, tanto desde el punto de vista nutricional como medicinal, su consumo es escaso en Europa.
Redacción (Agencias)