Madonna se rencontrará mañana y pasado con su público español, en dos conciertos en el Palau Sant Jordi de Barcelona, con quien quiere celebrar que lleva cuarenta años de carrera, se mantiene en la cúspide y está recuperada de la enfermedad que le obligó a cancelar el inicio de la gira americana.
Tras la grave infección bacteriana que le obligó a ingresar en la UCI a principios del verano pasado, las 36.000 personas que habían comprado entradas para los conciertos de Barcelona -únicos en España- temieron lo peor, pero la diva de 65 años de edad superó la dolencia y a mediados de agosto anunció que iba a estar en plena forma para las fechas del tramo europeo de Celebration Tour.
Celebration Tour recorre cuarenta años de carrera, desde los inicios en el Nueva York en los años ochenta, donde Madonna Louise Ciccone llegó con veinte años desde su Bay City natal dispuesta a triunfar, hasta sus últimos éxitos.
El concierto está dividido en seis actos, con cambios en la escenografía y el vestuario que permiten recorrer toda una vida.
El primer tramo reúne temas de los primeros discos, con una estética inspirada en el punk y la contracultura de los ochenta, para después viajar por todos los estilos que ha abrazado en cuatro décadas.
Mas de veinte bailarines y un escenario de grandes dimensiones plagado de pantallas y focos rodean a la artista en esta gira, que incluye en el repertorio éxitos como «Holiday», «Like a prayer» y «Like a virgin».
En Barcelona todas las entradas están vendidas: volaron cuando anunció la primera fecha -el uno de noviembre- y rápidamente hubo una segunda fecha -el dos de noviembre- que también se agotó en tiempo récord, a pesar de la polémica de los precios.
Tras los dos conciertos de Barcelona, Madonna viajará a Portugal, Francia, Italia, Alemania, Holanda y otra vez Gran Bretaña, antes de saltar a Nueva York, donde iniciará el extenso recorrido americano, en el que ha reprogramado la mayor parte de las fechas que tuvo que anular este verano.
Redacción (Agencias)