a banda Danza Invisible ha anunciado este lunes que hará una gira de doce conciertos, titulada como una de sus canciones, «Sin decir adiós», antes de su despedida definitiva tras más de cuarenta de años de carrera en la música.
Se trata de «una noticia que puede parecer muy triste, pero que no es tal», porque, «después de tantos años tocando juntos, ha llegado la hora de la despedida, pero sin decir adiós», ha afirmado el cantante de Danza Invisible, Javier Ojeda, que ha participado junto al resto de la banda en el Aula de Cultura del diario Sur.
«Vamos a hacer una última gira muy escogida, de solo doce actuaciones estelares en las que queremos celebrar tantos años de amistad, de buen rollo, de juerga sin fin y de infinitos conciertos extraordinarios», ha resaltado Ojeda.
Para el cantante, «ha sido un orgullo haber sido uno de los grupos de provincias pioneros en demostrar que se podía triunfar», y esta gira servirá «para recordar un montón de viejas canciones y deleitar a la gente de toda España».
«Nos vamos a despedir como banda conjunta haciendo lo que siempre hemos hecho, ser una banda de grandes amigos que se lo pasan bien juntos», ha insistido Ojeda.
Ha admitido que en la decisión de separarse «por supuesto hay un pequeño desgaste personal, y quien niegue eso está mintiendo, pero también hay un motivo fisiológico, que es la puñetera edad».
«Aunque la gente diga que soy hiperactivo, también me canso», ha asegurado el vocalista, que ha apuntado que, en estos más de cuarenta años de música y amistad, el «único drama» fue en 1993 la separación de Ricardo Texidó, miembro fundador de la banda.
«Ni siquiera hubo broncazo, porque no es nuestra personalidad estar gritándonos unos a otros. Ocurrió porque habíamos dejado de ser amigos, pero no le guardamos ningún rencor a Ricardo, y le estaré agradecido toda mi puñetera vida por darme la oportunidad de cantar con ellos», ha resaltado Ojeda.
Redacción.