Japón ha entrado este viernes en el reducido club de países que han logrado posar sus naves en la Luna, pero el futuro de su sonda SLIM es incierto. La agencia aeroespacial japonesa (JAXA) confirmó su alunizaje, pero el aparato está teniendo problemas con sus células solares, que no están generando electricidad.
«SLIM ha estado comunicándose correctamente y está respondiendo con normalidad. Sin embargo, parece que sus células solares no están generando electricidad», dijo el director general de JAXA, Hitoshi Kuninaka, en rueda de prensa unas dos horas después del alunizaje.
En su estado actual, la batería del aparato durará varias horas, añadió Kuninaka, que comentó que es posible que si los paneles logran absorber energía solar nuevamente podrían recargarse, por lo que siguen pendientes de la información que está transmitiendo la nave.
En la retransmisión organizada por JAXA se pudo ver que la telemetría indicaba que SLIM se había posado en la Luna, pero la confirmación de que todo había salido cien por cien bien no llegaba. Dos horas después, tras un primer análisis de los datos, los responsables comparecieron en rueda de prensa.
Fue cuando Kuninaka detalló que los vehículos LEV-1 y LEV-2 adheridos al módulo se separaron adecuadamente de la matriz durante el descenso, y las imágenes que capturaron de la superficie lunar estaban siendo transmitidas; esto, junto al alunizaje pese a los problemas de energía, lo consideró un «mínimo éxito».
El resultado tiene un sabor agridulce para Japón, que ya había realizado varios intentos de alunizaje fallidos, y que busca ampliar su presencia y competitividad en el panorama aeroespacial global.
Hasta ahora, sólo Estados Unidos, Rusia, China e India han conseguido aterrizar con éxito en el satélite terrestre, aunque sólo un país (Estados Unidos) ha logrado llevar astronautas hasta la luna.
Redacción.