Las cabras pueden distinguir entre una voz humana que suena feliz y otra enojada, con lo que esos animales pueden haber desarrollado una sensibilidad a las señales vocales por su larga asociación con los seres humanos.
Conocidas desde hace mucho tiempo por sus propias habilidades vocales sonoras, las cabras en el estudio tendían a pasar más tiempo mirando hacia la fuente del sonido después de un cambio en la valencia de una voz humana, es decir, cuando la reproducción cambiaba de una voz más feliz a una más enojada o viceversa.
El fundamento del experimento es que una investigación realizada anteriormente ya demostró que las cabras pueden leer las expresiones emocionales humanas, lo que sugiere que animales domésticos como los perros y los caballos no son los únicos que perciben diferentes señales faciales humanas.
En el experimento, las cabras escucharon una serie de reproducciones de voz que expresaban una valencia positiva (feliz) o negativa (enojada) durante la fase de habituación, es decir, cuando la cabra se acostumbra a la voz y la valencia humanas. Luego, la grabación se cambió de una valencia positiva a una negativa (o viceversa) antes de revertirla.
Los resultados indicaron que el 75% de las cabras que miraron a la persona que hablaba tras un cambio en la valencia lo hicieron durante periodos más prolongados, lo que sugiere que habían percibido el cambio en el contenido emocional de las reproducciones de la voz humana.
Redacción (Agencias).