Ni alcanzado el año de su última visita. Depeche Mode ha regresado a Madrid para ofrecer en el tramo invernal de su gira un concierto que ha quedado para la memoria, con taconeo flamenco incluido, y que ha constatado que el grupo está muy vivo.
Más de 15.000 personas, el aforo íntegro del Wizink Center, lo han constatado ante el ahora dúo conformado por Dave Gahan y Martin Gore desde la muerte inesperada en 2022 de su compañero Andrew Fletcher, al que está dedicado en buena medida el álbum que da nombre al «tour», ‘Memento Mori’ (2023).
Acompañados de Christian Eigner a la batería y Peter Gordero en los sintetizadores, el show ha arrancado puntual a las 21:30 horas con la etérea y a la vez árida ‘My Cosmos Is Mine’, cantada casi en la misma penumbra con la que el cuarteto ha irrumpido sobre el escenario.
Al final del concierto la vorágine ha ido en aumento hasta el momento de los bises. Antes de ese momento han tocado ‘Enjoy The Silence’, que ha sido la auténtica sorpresa de la velada (puede que de la gira) al incorporar como broche el taconeo de la bailaora Belén López. Entre el estupor, los «oés, oés» y algo de incredulidad por este guiño a la cultura española aún ha vuelto el grupo a escena para abordar el broche definitivo con la evocadora ‘Waiting For The Night’, la vivaz ‘Just Can’t Get Enough’, ‘Never Let Me Down’ y, cómo no, la imprescindible ‘Personal Jesus’.
Redacción (Agencias).