Una fecha para visibilizar su situación precaria y muy poco reconocida.
El 30 de marzo de 1988 fue cuando se proclamó este día, por medio del primer gran Congreso de Trabajadoras del Hogar, que tuvo lugar en Bogotá, Colombia. Entre los asuntos que se trataron en esa reunión, destacaron la gran discriminación que sufren las personas que se dedican a las tareas de la casa, la situación precaria a la que están expuestas, la falta de leyes que les amparan , el establecimiento de un pago digno y el derecho a una protección social por parte de los estados.
Fue todo este conjunto lo que llevó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a proclamar en 2011 un tratado histórico donde se creaba un Convenio para asegurar el Trabajo Decente para los Trabajadores y Trabajadoras Domésticos. Con esto, se generó el primer documento regulatorio de esta actividad económica.
En datos, el 86% de las personas que se dedican a esta labor son mujeres, y el 45% de ellas son extranjeras. Se trata de una ocupación que, en muchas ocasiones, no se ve clara. De hecho, representa solo el 2% del empleo regulado en España. España debe cumplir el convenio de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) sobre las normas mínimas del empleo doméstico, por lo que estas condiciones podrían mejorar.
Redacción.