Gran Bretaña mostraba signos de una economía industrializada ya en el siglo XVII, un siglo antes de lo que se creía. Un análisis basado en más de 160 millones de registros revela que la transformación económica se inició bajo el reinado de los Estuardo. Esto desafía la narrativa histórica convencional que sitúa el inicio de la Revolución Industrial más tarde en el siglo XVIII.
El estudio, realizado por la Universidad de Cambridge, utiliza datos censales, registros parroquiales y documentos testamentarios para rastrear cambios en la fuerza laboral desde la era isabelina hasta las vísperas de la Primera Guerra Mundial. Este análisis revela un declive en el campesinado agrícola y un aumento en la fabricación de bienes durante el siglo XVII.
Contrario a la creencia popular, la investigación sugiere que Gran Bretaña emergió como la primera potencia industrial del mundo antes de la llegada de la maquinaria y los molinos del siglo XVIII. Estos hallazgos reescriben la narrativa histórica establecida y apuntan a un proceso de industrialización más temprano y gradual.
El liderazgo del proyecto, Leigh Shaw-Taylor, señala que la economía británica experimentó un cambio hacia la fabricación de bienes mucho antes de lo que se creía. Este cambio fue impulsado por una oleada de iniciativa empresarial y productividad, sentando las bases para la economía industrial del país en el siglo XVII.
La investigación también revela que, en contraste con Europa, Gran Bretaña adoptó políticas más liberales, con menos aranceles y restricciones, lo que facilitó el crecimiento económico. Además, el sector de servicios británico experimentó un rápido crecimiento durante unos 300 años, desafiando la idea de que este auge comenzó más tarde en el siglo XIX.
Redacción: Agencias