Sant Jordi, una de las festividades más especiales del calendario catalán y que toma la forma de Día del Libro y la Rosa en tantas otras partes de España y Latinoamérica, también se celebra en Tokio.
Un Sant Jordi adelantado -pues la fecha oficial de la festividad es el 23 de abril- atrajo este sábado a más de un centenar de personas, tanto catalanas como japonesas, al céntrico barrio de Harajuku.
Allí, la delegación del Govern de la Generalitat en el país asiático, la Asociación Japonesa de Amistad con Cataluña y el Casal Català organizaron una jornada en la que los asistentes pudieron degustar cava y ‘carquinyolis’ -dulce típico catalán- y comprar libros y rosas.
Esta celebración tiene lugar en la capital nipona desde hace más de una década, según explicó a EFE la presidenta del Casal Català de Tokio, Raquel Vila.
«En 2011, después del terremoto, recogimos libros y los enviamos a una biblioteca de la zona afectada para que los niños pudieran leer», dijo Vila en referencia a los inicios del Sant Jordi en la gran urbe japonesa.
Este año, la celebración comenzó con la conferencia ‘Paseo por las estatuas de Sant Jordi en Barcelona’, siguió con una lectura de la leyenda de Sant Jordi y del cuento ‘Gaudí y la ciudad de los dragones’ -que se tradujo al japonés- y concluyó con un brindis y un concierto de violonchelo.
El Día de Sant Jordi reivindica el amor y la cultura a través de las rosas y los libros. Su forma más tradicional dicta que son los hombres quienes reciben el libro y las mujeres quienes reciben la rosa, pero el género se volvió irrelevante a la hora del intercambio con la evolución de la festividad y ambos géneros reciben tanto libros como rosas.
Redacción: Agencias