Los buitres leonados han modificado sus hábitos de alimentación y ahora buscan carroña en las noche de verano ante las molestias causadas por el turismo, sobre todo en los meses de verano en las zonas de alta montaña, donde interactúan con perros asilvestrados y lobos, según un estudio publicado en la revista científica Ardeola de SEO/BirdLife.
Según la publicación, investigadores italianos han documentado en los Apeninos centrales (Italia) el cambio de hábitos en la alimentación de estas aves carroñeras de vuelos diurnos cuando aprovechan las corrientes ascendentes que genera la radiación solar, según un comunicado de la organización.
“La observación de una expansión del nicho trófico de los buitres leonados y, por tanto, del cambio trófico de carroñeros diurnos a carroñeros nocturnos, es un claro ejemplo del impacto de las perturbaciones antropogénicas, como las actividades recreativas en las montañas, en el comportamiento de la vida silvestre”, explican los autores.
Es el primer caso documentado de estas aves que con este cambio evitan la presencia humana. Sin embargo tienen que afrontar durante la noche inconvenientes como la mayor dificultad de vuelo por no existir corrientes térmicas y la interacción con mamíferos como lobos y perros asilvestrados que buscan alimentarse de las mismas carroñas.
Las observaciones se realizaron respetando la vida silvestre, a una distancia de 300 metros, con dispositivos ópticos de gran aumento desde una posición camuflada, para realizar el seguimiento del cadáver de un caballo durante 84 horas y observaron los intentos de alimentarse de los buitres leonados de día y de noche y las diversas interacciones.
Se registraron un número medio menor de buitres leonados que se reúnen y finalmente comen durante la noche con respecto al día, cuando la perturbación humana (43 %) y los perros (29 %) interrumpieron los intentos de alimentación de los buitres.
Redacción.