Cientos de miles de admiradores de Madonna se congregan en Río de Janeiro para el histórico concierto gratuito que ofrecerá en la playa de Copacabana, marcando el evento como el más grande en sus 40 años de carrera. Este espectáculo genera expectativas no solo entre los fans, sino también para la economía local.
Desde su llegada el lunes, la presencia de la cantante ha sido el foco de atención, con multitudes congregadas frente al hotel Copacabana Palace, donde se aloja Madonna. Un escenario de 812 metros cuadrados se ha montado para el espectáculo, con una pasarela elevada que conecta directamente con el hotel, permitiendo a la estrella acceder sin pisar la calle.
El concierto, que marca el cierre de la gira de celebración de sus 40 años de carrera, atrae no solo a sus seguidores de Brasil, sino también a turistas de países vecinos. Con clásicos como «Like a Virgin» y «Vogue», se espera que el evento supere el récord establecido por los Rolling Stones en 2006.
La participación de artistas brasileños como Anitta y Pabllo Vittar, junto con la emoción de los fans como Ge Correa y Victor Oliveira, contribuyen a la atmósfera festiva. Las calles se llenan de productos relacionados con Madonna, desde imitaciones de atuendos hasta afiches conmemorativos. Con un coste de 11,8 millones de dólares, se espera que el concierto genere ingresos significativos para Río y una gran afluencia de turistas tanto por aire como por tierra.
Redacción: Agencias
