El cambio climático aleja a los árboles de los hongos del suelo que los sustentan

El cambio climático está obligando a los árboles a desplazarse gradualmente porque sus hábitats originales se están volviendo inadecuados. Sin embargo, este movimiento puede ser perjudicial, ya que podrían estar trasladándose a suelos sin los hongos necesarios para su supervivencia.

Un estudio publicado en PNAS y dirigido por la Sociedad para la Protección de Redes Subterráneas (SPUN) se centra en Norteamérica y analiza cómo los árboles se están moviendo hacia nuevas áreas que podrían ser más adecuadas para ellos. Este movimiento es más lento en comparación con otras plantas o animales.

La mayoría de las plantas forman relaciones simbióticas con hongos micorrícicos que se conectan a sus raíces, proporcionando nutrientes esenciales a cambio de carbono. Las grandes coníferas del norte, en particular, dependen de los hongos ectomicorrícicos (HEM).

Según los investigadores, los árboles, especialmente en las regiones del extremo norte, podrían estar moviéndose a suelos que no tienen los hongos necesarios para mantenerlos. Michael Van Nuland, de SPUN y autor principal del estudio, advierte que el cambio climático podría afectar negativamente al 35 % de estas asociaciones entre árboles y hongos HEM al reducir las condiciones del hábitat que comparten.

El estudio también indica que la migración lenta de los árboles está relacionada con una menor diversidad de HEM, lo que muestra que el desequilibrio en estas relaciones simbióticas es un desafío significativo para la adaptación de los árboles al cambio climático.

En Norteamérica, la familia de los pinos es la más afectada por este desajuste climático, especialmente en los bordes de sus áreas de distribución, donde las condiciones son más duras. Los árboles con mayor supervivencia en estos lugares son aquellos que tienen una mayor diversidad de hongos micorrícicos, lo que sugiere que estas relaciones son cruciales para ayudar a los árboles a resistir los efectos del cambio climático.

El estudio destaca la importancia de entender cómo el cambio climático afecta a las simbiosis entre árboles y hongos. Aunque se considera que las migraciones impulsadas por el clima están limitadas por factores no biológicos, como el espacio disponible en latitudes y altitudes más altas, no se suelen tener en cuenta las limitaciones biológicas, como la disponibilidad de hongos simbióticos.

Van Nuland subraya la importancia de seguir investigando sobre las simbiosis micorrícicas, ya que estas relaciones son fundamentales para la vida en la Tierra y deben ser comprendidas y protegidas.

Redacción: Agencias