Sheryl Crow ha llenado todo Vitoria con su voz y su guitarra, en un bolo que sonó perfecto y marcó un listón inalcanzable. La artista norteamericana ofreció un concierto a la altura de los grandes artistas que han pasado en los últimos años por la ciudad y que dejaron huella en la historia de la música.
La que fuera corista de Michael Jackson tuvo una puesta en escena magistral con un sonido perfecto y un repertorio que trasladó al pasado a sus seguidores, amantes de sus primeros discos, hasta que llegó ‘Evolution’ que titula su reciente trabajo. Sin apenas intervenir, pero con un carisma abrumador, la polifacética rockera de Misuri comenzó con ‘Real Gone’ con la intención de poner sobre la mesa la capacidad de una banda que envolvió con estilo una voz que quedará en los anales de la música que ha pasado por nuestro país.
Redacción (Agencias).