La naturaleza en Canarias es virgen, salvaje y sorprendente. Hay cinco islas declaradas Reserva de la Biosfera por la UNESCO, cuatro de ellas en su totalidad: La Palma, Lanzarote, El Hierro y Fuerteventura. En Gran Canaria es Reserva de la Biosfera el 46% de su superficie. Además, cada una de las ocho islas tiene una particular oferta gastronómica y cultural y un pasado aborigen y colonial con tintes únicos como consecuencia de su situación geográfica.
Las Islas Canarias cuentan, además, con cuatro declaraciones de patrimonios de la humanidad de La UNESCO por su naturaleza, por su pasado indígena, por su historia colonial y por su originalidad comunicativa. El lenguaje silbado de La Gomera es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad; el Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria son Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad; la ciudad de San Cristóbal de La Laguna es Patrimonio Cultural de la Humanidad y El Teide es Patrimonio Natural de la Humanidad por su gran riqueza vegetal, faunística, geológica y paisajística. En el archipiélago hay, además, cuatro parques nacionales y 146 espacios naturales que tienen algún grado de protección medioambiental.
Turismo en plena naturaleza, desde bucear hasta practicar parapente, pasando por una amplia oferta para realizar trekking
El paisaje de Lanzarote es sorprendente, incluso desde el aire. Sobre todo, por la posibilidad de ver el océano desde cualquier lugar en el que se esté. La belleza de esta isla canaria cautiva a todo aquel que la visita. La posibilidad de disfrutar del océano Atlántico, de la naturaleza de este territorio con la extraordinaria Reserva Natural Marina del Archipiélago Chinijo. Ésta posee 70.700 hectáreas, y es la mayor reserva marina de Europa. En las Islas Canarias las aguas permiten la visibilidad a más de 20 metros de profundidad, la temperatura es de entre 18 y 25ºC todo el año. Solo en Lanzarote se encuentran más de 100 puntos de inmersión, como el que ofrece la empresa de turismo sostenible Pura Vida Diving Lanzarote, con quien se puede bucear cada día en un océano limpio y protegido.
La Palma es un paraíso al alcance de un paseo por las nubes o de una mirada. La isla ofrece una gran diversidad, sobre todo teniendo en cuenta que su superficie es de 708,3 kilómetros cuadrados. Esta isla cuenta con superficies volcánicas, bosques de laurisilva, extensas playas de arena negra en plena capital de Santa Cruz de La Palma o calas aisladas como la playa de Nogales, en Puntallana.
En La Palma es donde mejor se ven las estrellas. Posee el cielo nocturno con más claridad del mundo. No en vano existe la ley insular contra la contaminación lumínica, que prohíbe las fuentes de luz que irradian hacia el cielo y exige lámparas naranjas para el alumbrado público. De hecho, esta isla, íntegramente declarada Reserva de la Biosfera de la UNESCO, ha sido también reconocida como Reserva Starlight. Fuerteventura y la zona de El Teide, en Tenerife, cuentan también con esta distinción.
En la isla de La Palma se encuentra también el Observatorio del Roque de Los Muchachos, integrado en el Instituto de Astrofísica de Canarias, donde una comunidad internacional de astrofísicos estudia el Sistema Solar y esta galaxia con los telescopios más avanzados del mundo. Situados a 2.396 metros de altitud sobre el llamado mar de nubes, se observa un espectáculo repleto de matices de colores tanto al amanecer como al atardecer. Lo ideal es dedicar tiempo a visitar el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente o cualquier otro lugar con bonitas vistas y contemplar la Vía Láctea.
En el archipiélago se pueden encontrar hasta ocho condiciones meteorológicas diferentes en un área de 48 por un máximo de 25 kilómetros cuadrados. En Canarias puedes dar un paseo por la nieve y bañarte en el mar en el mismo día en invierno.
Una actividad de ocio muy recomendable es la de salir cada día en parapente para tener nuevas perspectivas de esa tierra, que cada instante es diferente. En La Palma se vuela en el sotavento, un viento que puede aumentar rápidamente. Así que es fundamental tener conocimientos de meteorología y respetar las reglas. Por lo que practicar este deporte de ocio activo resulta de lo más aconsejable, y más si se va de la mano de los expertos de la empresa Palma Club Aventura.
La Gomera destaca por su clima, naturaleza y tranquilidad. El contraste de las zonas con mucha vegetación y las zonas con poca, los palmerales o la laurisilva del Parque Nacional de Garajonay, con su gran diversidad de plantas de todo tipo en los senderos. La montaña y el mar están tan cerca, que en media hora se puede llegar a cualquiera de los dos. Se puede caminar por el bosque, disfrutar del senderismo y la naturaleza. Es fácil encontrar especialistas en trekking y turismo activo, que te acompañarán en distintos tipos de caminatas y circuitos por la isla, organizando rutas por toda ella.
El Parque Nacional de Garajonay está reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, igual que el Silbo Gomero, único lenguaje silbado del planeta con origen milenario en la isla colombina. La Gomera es una isla pequeña en kilómetros cuadrados, pero es inmensa por la profundidad de los barrancos que tiene, sobre todo por la altura en pocas distancias.
La naturaleza única de las Islas Canarias te hace valorar la belleza del entorno y, por lo tanto, ayudar a conservarlo respetándolo.
Conservación de los océanos y pesca artesanal con el máximo respeto medioambiental
En las Islas Canarias existen tres Reservas Marinas de Interés Pesquero que se protegen por su valor ecológico para facilitar la recuperación de los recursos y garantizar la sostenibilidad de los océanos. Están en La Palma, El Hierro y La Graciosa.
Los océanos de las Islas Canarias son el hogar de especies vitales para garantizar el ciclo de los ecosistemas como las tortugas, el atún o el tiburón, que se protegen con la pesca artesanal desde hace siglos. La calidad de sus aguas es tal que la Alianza Mundial de Cetáceos ha declarado Patrimonio de Ballenas de Europa la franja marina entre Tenerife y La Gomera. Solo hay tres lugares en el mundo con esta certificación, lograda, además, porque la numerosa población de cetáceos documentada garantiza que la alimentación en la zona no solo es abundante, sino que también posee garantía de nutrientes.
Los aficionados a la pesca recreativa de todo el mundo llegan a las Islas Canarias por ser un referente internacional de la captura y suelta de especies característica de este deporte, que tienen bien legislado. Además, la pesca artesanal está dentro de la genética del canario, porque es una salvaguarda del ecosistema marino y creen que puede proteger los océanos del mundo.
De hecho, existen yacimientos de antiguos pobladores de Gran Canaria en los que se han encontrado anzuelos elaborados con hueso y piedras de tipo esferoide con ranuras que éstos pudieron haber usado como peso o plomada para la pesca. Estas artes tradicionales se mantienen hoy en día en la pesca con poco desarrollo tecnológico que se practica en todas las Islas, con una flota pesquera de embarcaciones de pequeñas dimensiones. Operan, además, muy cerca de la costa para perturbar lo menos posible a las especies marinas.
Compromiso con la neutralidad climática
Se estima que, en los últimos tres años, el sector turístico canario ha reducido la huella de carbono derivada de su actividad en destino en más de un 20% y mantiene el objetivo de alcanzar el 50% de reducción en 2030 gracias a la implantación de soluciones y medidas de ahorro energético e introducción de renovables y de restricciones de consumo de agua, entre otras.