En total, han calcinado 22.541,62 hectáreas en España hasta el pasado 7 de julio, según el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Estos datos indican que la media de la superficie calcinada entre el 1 de enero y el 7 de julio del último decenio es de 39.714 hectáreas. Los mejores años fueron 2018 (10.250,42 hectáreas), 2016 (11.586,79) y 2020 (19.248,58). Los peores, por su parte, 2022 (72.150,93), 2017 (62.169,58) y 2023 (60.199,02).
Hasta el pasado 7 de julio de este año se registraron 3.003 siniestros forestales, de los que 979 fueron incendios. Unos incendios que arrasaron al menos una hectárea y 2.024 conatos, con menos de una hectárea quemada.
De las hectáreas arrasadas, que abarcan un 0,081% del territorio nacional, un total de 4.095,24 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto de vegetación leñosa, concretamente 15.254,96 hectáreas de matorral y monte abierto, y 3.191,42 de superficie arbolada.
Zonas geográficas
Por otro lado, el noroeste peninsular, (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora), concentraron un 38,73% de los incendios y conatos forestales, mientras que el resto de los siniestros se reparten entre el área mediterránea, con un 31,14%; las comunidades interiores (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con casi un 30% y Canarias, con un 0,5%.
En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, el 63,82% pertenece al noroeste; un 21,24% al área mediterránea; un 14,93% a las comunidades interiores, y un 0,01% a Canarias. La mayor cantidad de superficie arbolada calcinada por las llamas se ha producido también en el noroeste, por delante de las comunidades interiores y la cornisa mediterránea.
Redacción (Agencias).