Existen números casos en los que dueños de mascotas se enteran de que tenían un problema de salud gracias a ellas. Los ejemplos incluyen perros que lamen, olfatean e incluso intentan masticar manchas en la piel de sus dueños, que luego fueron diagnosticadas como melanomas malignos.
Varias especies de animales, en las que se incluye el gusano microscópico C elegans hasta hormigas, ratones y perros, han demostrado con éxito la capacidad de detectar enfermedades en personas y a partir de muestras biológicas en experimentos.
Las enfermedades descubiertas engloban desde cáncer e infecciones del tracto urinario hasta el coronavirus o la infección gastrointestinal Clostridium difficile. Muchas de estas patologías son potencialmente graves, especialmente en pacientes vulnerables e inmunocomprometidos, por lo que una detección temprana y precisa es primordial.
Los perros pueden detectar enfermedades como el Parkinson, el cáncer de vejiga y la malaria. Los ataques epilépticos y los niveles bajos en azúcar en sangre también pueden revelarse.
Las ratas también son excelentes para detectar olores específicos. Tan solo tardan 20 minutos en revisar 100 muestras de pacientes.
Las abejas son insectos que pueden detectar ciertas enfermedades en muestras, incluyendo el cáncer del pulmón, la tuberculosis y la covid-19. Son extremadamente sensibles a los olores de baja concentración, lo que les hace capaces de captar cambios químicos de forma similar a los perros y las ratas.