Hace aproximadamente 2.400 años una princesa espartana llamada Cinisca logró proclamarse ganadora de una competición en las olimpiadas, convirtiéndose en la primera mujer de la historia en hacerlo. Cinisca consiguió hacerse con dos laureles de los juegos olímpicos en los años 396 y 392 a.c. Por si eso fuera poco la espartana, logró sus hazañas en las carreras de carros a la edad de 50 años.
Las victorias de la princesa son de especial importancia ya que por aquel entonces las mujeres no podían participar en estos juegos. En aquellos años esta ceremonia era considerada un festival en honor al dios Zeus, festival al que solo podían acudir los hombres. Es más, si una mujer era vista dentro del Santuario Olímpico podía ser castigada a la pena de muerte.
Cinisca fue una princesa espartana que nació alrededor del año 440 a.c. Esta era hija y hermana de los reyes de Esparta Arquidamo II y Agesilao II y, mientras que las mujeres de su época optaron por quedarse aisladas y no practicar ningún deporte, ella participó en diversas carreras de carros. La espartana fue animada por su hermano, quién quiso desacreditar el deporte demostrando que no era cosa de hombres exclusivamente.
Cabe destacar que en el santuario de Olimpia hay una inscripción de la princesa en la que se puede leer que fue la única mujer que ganó la corona de flores en las carreras de carros de los Juegos Olímpicos.
“Reyes de Esparta son mis padres y hermanos.
Cinisca, vencedora con un carro de veloces corceles,
Erijo esta estatua. Y me declaro como la única mujer
De toda Grecia que ha ganado esta corona.”
Redacción (Agencias).