Un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) revela que los perros que convivían con los humanos desde el Neolítico y hasta la Edad del Bronce eran de talla pequeña-media y conservaban “rasgos lobunos”.
El trabajo, publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports, apunta que estos perros, a pesar de tener dimensiones inferiores a las de sus antepasados los lobos, aún conservaban el diseño de la muela carnicera, rasgo distintivo de la forma silvestre y que no se observa ya en las actuales razas de perros.
Defienden los autores la importancia del trabajo porque “todavía se mantiene el debate científico” acerca de los motivos por los que los humanos domesticaron a los lobos, teniendo en cuenta que es un animal del grupo de los carnívoros y que supone, por tanto, competencia en la caza por las presas.
El estudio incluye restos de perros procedentes de los yacimientos del Portalón de Cueva Mayor de la Sierra de Atapuerca (Burgos) y de Barrio del Castillo (Madrid), con un total de nueve mandíbulas de perros del Neolítico, Calcolítico y de la Edad del Bronce.
Redacción (Agencias)