Nacido el 22 de septiembre de 1958 en Lajatico, un pueblo de la campiña Toscana, Andrea Bocelli ha conquistado el mundo.
Casi 100 millones de discos vendidos, entradas de teatros y estadios agotadas en todo el mundo. Ha cantado para tres Papas, en un Mundial y en un Juego Olímpico. Andrea Bocelli es uno de los artistas populares más queridos y difundidos en el mundo.
El tenor italiano nació con dificultades severas en su visión debido a un glaucoma congénito. Aun así, desde muy pequeño, mostró su inclinación por la música. Bocelli aprendió a tocar varios instrumentos: el piano, la guitarra, la flauta, el saxo, la trompeta y hasta la batería.
Con 12 años fue internado en un instituto para chicos con dificultades visuales donde aprendería Braille y a desenvolverse en la vida. A los pocos meses, en medio de una actividad deportiva, un pelotazo pegó en uno de sus ojos. Sufrió un pequeño derrame cerebral y, ya en el hospital, cuando pensaron que sólo se había tratado de un susto, descubrieron que había perdido definitivamente la vista.
Durante algunos años estudió con Franco Corelli, quien tenia un amplio registro y a quien Bocelli admiraba. Con él adquirió las herramientas técnicas que desconocía y comprendió que, además de las cualidades técnicas y disciplina, un artista debía poner el corazón sobre el escenario.
En 1992 llegó la gran oportunidad de su vida: Zucchero buscaba un tenor para grabar el demo de una canción que había compuesto y quería presentarle al gran divo Luciano Pavarotti. Hicieron el trabajo y cuando Zuchero le mostró la canción a Pavarotti, éste le dijo que no era necesario grabarla de nuevo, que no necesitaba su voz: “Ya encontraste a tu cantante”. La canción era Miserere. Zuchero, al final, logró convencer a Pavarotti de que la grabara. Hizo un dúo con Bocelli y el tema se convirtió en un hit en Europa.
Redacción agencias