El 30 de septiembre del año 1960, la cadena ABC estadounidense emitió, por primera vez, la primera comedia animada emitida en una franja horaria para adultos: Los Picapiedra (The Flinstones).
Con un total de 166 capítulos, la serie contaba las aventuras de Pedro Picapiedra y Pablo Mármol, dos amigos que compartían sus pasatiempos junto a sus mujeres, Vilma y Betty.
Los Picapiedra nos traslada a una versión ficticia de la Edad de Piedra, donde humanos y dinosaurios conviven, siendo, incluso, sus mascotas. En ese mundo existen coches formados por troncos y con ruedas de piedra -llamados troncomóviles– que eran impulsados por los pies de los que viajaban en él.
Un mundo fantástico que aparentemente era la Edad de Piedra pero que, sin duda, la historia era muy similar a la sociedad de mediados del siglo XX. Y, a medida que avanzaban los capítulos, la familia Picapiedra y la familia Mármol fue aumentando.
No fue hasta cuatro años después, en 1964, cuando la familia Picapiedra aterrizaría en los hogares españoles para marcar un antes y un después en la vida de varias generaciones.
A pesar de ser una ficción animada, Los Picapiedra incluían temas para un público adulto como, por ejemplo, la ludopatía de Pablo. Aunque, sin duda, la orientación hacia un publico adulto se corroboró en el momento en el que aparecían los anuncios de Winston.
Los Picapiedra no solo fue una serie animada, saltó a la gran pantalla tanto en animación como en forma de acción real. Durante mucho tiempo fue la serie de animación más larga y, cuando parecía no tener fecha de final, en 1997 la prehistórica familia se vio superada por Los Simpson.
Redacción