La Casa Azul celebra esta semana 25 años de existencia tras haber irrumpido como una «fantasía» pop en un panorama dominado por el rock de guitarras y hacerse respetar gracias a hitos como ‘La revolución sexual’, que su autor postuló a Eurovisión en una gala -recuerda a EFE- «con 40 grados de fiebre».
Para conmemorar el lanzamiento de su primera canción, ‘Cerca de Shibuya’, se celebrarán dos conciertos especiales: este miércoles en el Sant Jordi Club de Barcelona con todo el aforo ya agotado y el próximo viernes, 11 de octubre, en el Wizink Center de Madrid.
Enamorado por igual de la música melódica de los 70 con referentes como Mocedades que del rock alternativo de My Bloody Valentine, Guille Milkyway -artífice real del proyecto- confiesa que las dificultades para encontrar cómplices musicales le llevaron a inventarse La Casa Azul.
El proyecto comenzó a rodar como un grupo independiente con miembros ficticios y el único objetivo de «grabar discos» como sus primeros LP: ‘El sonido efervescente de La Casa Azul’ (2000) y ‘Tan simple como el amor’ (2003), que gestó «de noche, cuando llegaba de trabajar».
Diez años antes de 2018, cuando decidió montar un grupo estable para los directos de La Casa Azul, otro hecho que marcó el devenir del proyecto hacia audiencias más masivas fue su apuesta por participar en ‘Salvemos Eurovisión’, el programa que abrió por primera vez a todo el mundo la posibilidad de representar a España en el citado festival.
Como «fan de Eurovisión», le pareció una decisión «muy natural, sin ningún afán de nada», y así postuló ‘La revolución sexual’, una moderna fórmula musical en el año de Rodolfo Chikilicuatre, viéndose de repente envuelto en un torbellino mediático.
La canción quedó en tercer lugar, pero su proyección siguió creciendo con los años hasta sumar a día de hoy más de 69 millones de reproducciones en Spotify, feliz de gozar de los frutos de esa «cómoda posición del ganador moral, sin haber acarreado los problemas».
Para 2025 prepara nuevo álbum, el primero desde ‘La gran esfera’ (2019), un largo lapso que se ha convertido en habitual en su discografía, con solo cinco trabajos en todo este tiempo.
Redacción (Agencias)