Son las conclusiones que se extraen de un estudio de la Universidad de Oxford.
Los organismos sociales pueden disfrutar de beneficios como compartir recursos, estar mejor protegidos de los depredadores y contar con apoyo para sacar adelante a sus crías.
Sin embargo, al vivir en grupos más compactos, también pueden sufrir desventajas como la propagación de enfermedades, el aumento de la competencia, la agresión y los conflictos.
El nuevo estudio hace una evaluación exhaustiva sobre el vínculo entre la sociabilidad y diferentes rasgos de la historia de vida, como el tiempo de generación, la esperanza de vida y la duración de la ventana reproductiva.
Hasta ahora, la investigación que evaluaba los impactos generales de la sociabilidad en el rendimiento se ha centrado en especies individuales o grupos, como las aves o algunos mamíferos.
El profesor Rob Salguero-Gómez, del Departamento de Biología de la Universidad de Oxford, agregó: “En una era posterior a la covid, donde los impactos del aislamiento han sido bastante tangibles para los humanos (una especie altamente social), la investigación demuestra que, desde una perspectiva comparativa, ser más social está asociado con algunos beneficios tangibles”.
Redacción (Agencias).