El Black Friday se ha consolidado como un fenómeno sociológico y económico que trasciende su origen como un único día de descuentos. En 2024, las ofertas han comenzado antes del 29 de noviembre, con gigantes como Amazon liderando una campaña que promete disparar el gasto de los consumidores.
Los estudios reflejan tanto entusiasmo como dudas. Según KPMG, las ventas durante el Black Friday podrían crecer entre un 18 % y un 24 % respecto a 2023, con un 70 % de los consumidores participando. Sin embargo, Honor revela que el 18 % se siente abrumado por tantas ofertas, mientras que el 30 % asegura que no comprará. Aun así, la tecnología y la moda se mantienen como los productos más buscados, según datos de Idealo y Aecoc.
El gasto promedio varía entre los 150 euros estimados por Miravia y los 345 euros que proyecta KPMG, lo que supone un aumento respecto al año pasado. Además, plataformas como Aladinia apuntan que cada consumidor adquirirá una media de cinco productos.
El Black Friday también se ha convertido en una herramienta para adelantar las compras navideñas. Hasta el 80 % de los españoles utilizará esta campaña para adquirir regalos con descuento, según Miravia e Idealo. Asimismo, la logística jugará un papel crucial, con previsiones de hasta 8,1 millones de envíos diarios, un 17 % más que en 2023, según FedEx.
No obstante, la desconfianza persiste. Siete de cada diez compradores dudan de la veracidad de los descuentos, pero casi nueve de cada diez adquirirán productos si la oferta resulta suficientemente atractiva.
El Black Friday 2024 no solo impulsa el consumo masivo, sino que redefine la temporada de compras, consolidándose como el gran evento comercial del año y un motor clave para adelantar la campaña navideña.
Redacción (Agencias)