Es la conclusión que se extrae de un estudio publicado en la revista ‘Science’
El trabajo se basa en ocho análisis que emplearon datos de Facebook (1.063.298 enlaces) y X (44.529 tuits y 24.007 usuarios) en Estados Unidos, así como dos experimentos de comportamiento con 1.475 participantes. En el análisis, la indignación se define como una mezcla de ira y asco desencadenada por transgresiones morales percibidas.
Los autores apuntan que la indignación es muy atractiva y no necesita ser precisa para lograr sus objetivos comunicativos, lo que la convierte en una señal que atrae desinformación. Según los investigadores, las fuentes de desinformación evocan más indignación que las fuentes fiables.
Además, la indignación facilita el intercambio de bulos “al menos con la misma intensidad” que el intercambio de noticias fiables.
Igualmente, las personas tienen más probabilidades de compartir bulos que causan indignación sin leerlos previamente. Los hallazgos del estudio sugieren que los intentos de frenar la difusión de desinformación en línea con la verificación de su precisión antes de compartirla podrían no ser efectivos.
Algoritmos
Las personas pueden compartir desinformación indignante sin verificar su precisión porque ese acto participativo sirve como una señal de su posición moral o de pertenencia a ciertos grupos, señalan los investigadores.
Además, la forma en que las plataformas de redes sociales clasifican el contenido que se muestra a los usuarios probablemente también contribuye a la propagación de la desinformación.
«Dado que la indignación está asociada con un aumento de la participación en línea, la desinformación que provoca indignación puede tener mayor propagación debido, en parte, a la amplificación algorítmica de contenido atractivo», escriben los autores.
Los investigadores subrayan: «Esto es importante porque los algoritmos pueden destacar artículos de noticias asociados con la indignación, incluso si un usuario tenía la intención de expresar su indignación hacia el artículo por contener desinformación».
Redacción (Agencias)