Cher ha publicado un libro de memorias bajo el título “Cher: The memoir, part one”. En él, la superestrella ha contado cómo quedó completamente impactada en 1979 al descubrir que no se llamaba cómo realmente ella (y al parecer todo el mundo) creía.
La historia es la siguiente. Cher quiso cambiar su nombre de nacimiento por el artístico, es decir, registrarse como Cher en lugar de como Cherilyn. Su madre decidió ese nombre porque Cheryl es como se llamaba la hija de su artista favorita, Lana Turner, y añadió Cherilyn ya que ella se llama Lynda. El caso es que la historia oficial es esa y el nombre que aparece en la partida de nacimiento de Cher es Cherilyn, o eso se pensaba hasta ahora.
Cuando la artista fue a registrarse como Cher, descubrió que realmente se llama Cheryl. Al preguntar a su madre “¿sabes si quiera mi verdadero nombre, mamá?”, esta le respondió que tan sólo era una adolescente y que sufría mucho, pero ahí no quedó la cosa, la “graciosa” y estrambótica anécdota acabó con una claro y contundente “déjame en paz”.
Redacción (Agencias).
